viernes, 28 de marzo de 2014

Capítulo 10

*Amy*
Recibí un mensaje de Louis, así que, extrañada, fui al apartamento de Alex, ya que allí habíamos quedado. Al llegar, abrí con mi llave y lo encontré sentado en el sofá junto a mi amiga.
Louis: Por fin, tardona, no tengo mucho tiempo.
Amy: Lo siento, Lou, pero el tráfico está imposible.
Louis: Vaya, me has llamado Lou, tenemos un adelanto-me sonrió mientras me sentaba a su lado.
Amy: Estoy intentando volver a ser yo y espero poder conseguirlo poco a poco.
Alex: Lo conseguirás, estoy segura-me sonrió ampliamente.
Le devolví la sonrisa sincera y miramos atentas a lo que Louis tenía que decirnos.
Louis: Veréis, chicas, voy a secuestrar a Angy.
Alex: ¿Por algo en especial?
Louis: Una escapada romántica-se sonrojó-.Pienso llevarla a la cabaña a la que la llevé hace un tiempo para pedirle algo, ¿qué os parece?
Amy: Que es una muestra de amor preciosa.
Louis: ¿Eso quiere decir que tengo vuestro apoyo?
Alex: Ni lo dudes, todo para que nuestra loquis peque vuelva.
Louis: Está aquí de nuevo y lo va a seguir estando para siempre, os lo prometo.
Amy: Con que la hagas feliz, nos damos por satisfecha, se nota que vuelve a ser ella, la loquis alegre y revoltosa que conocimos.
Alex: Eso es verdad, esa petarda está volviendo y es gracias a ti.
Louis: Vosotras también tenéis parte en este mérito, gracias por querer volver a estar junto a ella.
Alex: No podemos negar que estamos peor separadas que unidas.
Amy: Aunque no volvamos a ser un grupo famoso, volveremos a ser las hermanas que fuimos, no importa el tiempo que tenga que pasar para que volvamos a ser las mismas, lo haremos juntas.
Louis: Me alegra oír eso-nos sonrió-.Ahora me voy porque, si no, no me va a dar tiempo. Nos vemos a la vuelta.
Alex y Amy: ¡Pasároslo bien!
Louis: Gracias-nos dio besos en las mejillas y salió del piso corriendo.
No pudimos evitarlo y comenzamos a reír.
Alex: ¿De verdad estás volviendo a ser tú?
Amy: Lo estoy intentando, aunque no puedo del todo-bajé la mirada y jugueteé con mis manos.
Alex: ¿Qué pasa?
Amy: Os tengo a vosotras y a los chicos pero, aunque haya hablado con Liam, siento que no le tengo del todo y eso es lo que me falta para poder sentirme yo.
Alex: Le recuperarás-se sentó a mi lado y me abrazó de medio lado.
Amy: Sé que fue mi culpa el separarnos y encontrarnos en esta situación, pero no puedo evitar el sentirme así, soy idiota-sollocé.
Alex: No digas eso, es verdad que los dos fuisteis un poco idiotas al no besaros el día que le dijiste lo que te pasaba, pero las cosas pasan por algo y estoy segurísima de que ese algo será bueno.
Amy: Eso espero, porque creo que no puedo continuar así sin él...
Alex: Hey, sigues avanzando-bromeó-.Reconquístale tú.
Amy: ¿Cómo?-la miré.
Alex: No sé, busca y piensa en algo, conoces muy bien a Liam y sabrás cómo hacerlo.
Amy: Lo voy a intentar-asentí.
Mi amiga me sonrió y volvió a abrazarme. Permanecí con ella un rato más hasta que llegó Zayn, me despedí de ellos y salí a la calle.
Fui pensando en mi relación con Liam en esos días en los que habíamos estado quedando todos juntos, la verdad era que habíamos estado bastante distantes y tampoco sabía qué hacer ahora, le quería pero no podía darle un beso ni abrazarle ni...
X: Perdona, eres Amy de One Dream, ¿cierto?
Me giré hacia la voz y descubrí a una niña de no más de catorce años mirándome curiosa.
Amy: Sí-le dediqué media sonrisa.
X: ¿Me firmarías un autógrafo?-preguntó tímida.
Amy: Claro-asentí-.¿Cómo te llamas?
X: Soy Catherine-me dejó una libreta y un bolígrafo.
Amy: Listo-le devolví la libreta firmada y el boli.
Catherine: Muchísimas gracias-sonrió alegre-.¿Te puedo hacer una pregunta?
Amy: Sí, dime.
Catherine: ¿Por qué os separasteis las chicas y tú?
Amy: Cuestiones de orgullo, no dejes nunca que te influya eso a la hora de tomar decisiones, podrías hacerte daño y hacérselo a las personas que te quieren y a las que quieres.
Catherine: ¿Y de los chicos de One Direction?
Amy: Ellos estaban de gira y perdimos un poco el contacto.
Catherine: No quiero ser pesada ni cotilla, pero... Siempre he pensado que Liam y tú haríais una pareja preciosa y, como siempre se os veía juntos, me hice ilusiones en que nuestro Liam había encontrado el amor, pero después vi en la tele que unos periodistas te habían grabado saliendo de donde las chicas y tú ensayabais seguida de Liam. A él le preguntaron si estabais juntos o no, pero no contestó...
Amy: Porque no le di una respuesta. No quiero que lleguéis a odiarme o a decir que estoy con él por interés.
Catherine: Debo irme, gracias por el autógrafo y el consejo y, si aceptas uno, te diré que no pienses en terceras personas, no cuando sois quiénes sois y se trata de vuestra felicidad. Sé que no soy nadie, pero si os queréis, olvidaros de fans, periodistas y haters, sed felices y punto.
Y se fue dejándome parada en mitad de la calle. ¿Por qué había tenido que esperar a que una chica totalmente ajena me abriera los ojos? Era completamente estúpida, no había otra definición para mi comportamiento.
Llegué a casa aun metida en mis pensamientos y no me di cuenta de que mis padres estaban en el salón.
Helen: Al menos saluda, hija.
Amy: Perdón, mamá-me acerqué a ellos.
Peter: ¿De dónde vienes?
Amy: De dar una vuelta, no me gusta estar encerrada aquí todo el día.
Helen: Bien.
Amy: Voy a mi habitación a darme una ducha.
Peter: Vale, cielo-me sonrió.
Le devolví una sonrisa leve y subí a mi habitación. Me tiré en mi cama y suspiré, debía hacer algo, pero no sabía qué ni cómo... Quizás una ayuda no me viniera mal, pero tampoco quería molestar a nadie.
Los días hasta la cena en casa de Angy, pasaron rápidamente y, esa tarde, me encontraba metida en mi armario sacando todo lo que tenía en busca de qué ponerme.
Amy: Dios, esto no... Demasiado arreglado, demasiado informal...-fui apartando la ropa de un lado hacia el otro.
X: Amy...
Me giré sobresaltada y suspiré de alivio al encontrarme a Sam y no a mi madre.
Amy: Sam, me has asustado, pesaba que era mi madre.
Sam: Pues menos mal que soy yo, ¿se puede saber qué has hecho?-preguntó entrando en mi desordenada habitación.
Amy: Tengo una cena esta noche con las chicas y los chicos y no sé qué ponerme, no me gusta nada de lo que tengo-puse muecas mirando todo el desorden y llevándome las manos a la cabeza.
Sam: A ver, tranquila-se puso a mi lado y empezó a inspeccionar toda mi ropa-.Vestido no quieres ¿no?
Amy: No.
Sam: ¿Falda? Podrías usar esta-alzó una-, es bonita.
La miré bien, era lisa, en color negra, bastante elegante... Pero no me gustaba.
Amy: No usaré falda-negué rotundamente.
Sam: Vale, es más difícil de lo que pensaba...-volvió a mirar mi cama pensativa-Listo, ya lo tengo.
En nada de tiempo, me mandó al baño para que me diera una ducha y, cuando salí, ya estaba mi habitación completamente ordenada y lo que me pondría sobre la cama.
Amy: Sam, no deberías haber ordenado mi cama, era mi deber por haber hecho semejante destrozo.
Sam: No ha sido nada, además, así le digo a mi abuela que he hecho algo y luego no me regaña.
La abracé alegre. Sam era la nieta de la señora que nos hacía la limpieza y más de una vez había venido a casa cuando éramos pequeñas, por lo que nos hicimos amigas y muchas veces me ayudaba con lo que hacía en contra de la voluntad y deseos de mis padres.
Sam: Te dejo para que te arregles, ya me contarás qué tal la noche y suerte con el chico-me guiñó un ojo y salió de mi habitación cerrando la puerta.
Sonreí, me mordí el labio inferior y me vestí con lo que me había preparado: Un pantalón corto negro y una camiseta algo ancha en azul que caía de un hombro, me puse mis botines de tacón azules y me senté en mi tocador para poder peinarme y maquillarme. Me dejé el pelo suelto ya que se me había ondulado al secarlo con el secador y me maquillé resaltando mis ojos que ese día parecían algo más azul que verde. Sonreí al espejo, recogí mi bolso y mi chaqueta y salí de mi habitación rumbo a la calle.
Helen: ¿A dónde vas?
Amy: He quedado con unos amigos para tomar algo.
Helen: No vuelvas muy tarde.
Amy: Tranquila, adiós.
Salí a la calle y comencé a andar hacia la casa de Angy, no era muy tarde, así que decidí andar para no tener que coger el coche, me daba pereza conducir con tacones.
Al llegar, media hora después, me abrió Angy y me abrazó, parecía que ya estaban todos allí y solo faltaba yo.
Amy: Jo, soy una tardona-puse un puchero mientras dejaba mi chaqueta y el bolso en el perchero e iba a saludarlos a todos.
Louis: Siempre llega tarde, señorita, así no se puede ¿eh?-bromeó.
Amy: Me daba pereza conducir-puse una mueca y me senté junto a Niall.
Niall: Perezosa-me abrazó mientras reía.
Reímos y estuvimos hablando durante un rato mientras los anfitriones terminaban de preparar la comida, cuando todo estuvo, pasamos al comedor y comimos. Todo estaba genial, se habían lucido y nos sorprendimos al descubrir que era verdad que habían cocinado ellos y no lo habían encargado como pensamos en un principio. Al terminar, cada uno cogió su copa llena de bebida y volvimos al salón para sentarnos en los sofás y seguir hablando tan amenamente como lo habíamos estado haciendo.
En un momento, me quedé mirando a Liam, quien me descubrió mirándole, le dediqué una pequeña y tímida sonrisa y él me la devolvió haciendo que me sonrojara un poco.
Louis: Creo que ha llegado el momento en el que os demos la noticia.
Zayn: Sí, nosotros también tenemos algo que contaros.
Angy: ¿De qué se trata?
Alex: Vosotros primeros.
Louis: Sí, nosotros primeros.
Zayn: ¿Por qué?
Harry: Quiénes sea, pero por favor, que sea ¡YA!
Niall: Eso, no nos dejéis con la intriga.
Louis: Nos vamos a casar.
Zayn: Estamos embarazados.
Todos: ¡¿QUÉ?!
Liam: No, si ya decía yo que Zayn estaba echando tripita-se burló.
Todos soltamos una carcajada por el comentario y nos relajamos un poco, aunque aquello fue un poco bloqueante.
Amy: A ver, chicos, Lou y Angy se casan y Zayn y Alex van a tener un bebé-les miré y los cuatro asintieron-.Noooo-alargué con un puchero.
Niall: ¿Qué pasa?-todos me miraron preocupados.
Amy: Me vais a quitar a mis peques-me crucé de brazos como una niña pequeña enfurruñada-.Es no quiere decir que no me alegre por vosotros, todo lo contrario, enhorabuena y contáis con todo mi apoyo-les sonreí volviendo a mi pose madura.
Harry: ¡AMY!-se echó sobre mí.
Amy: Auch, ¿qué pasa?
Liam: Vuelves a ser la Amy espontánea, esa que puede ser madura y hacer sus comentarios de niña pequeña así de un momento a otro.
Amy: Así es como me siento, al menos aquí y ahora con vosotros.
Angy: Y nos alegramos por ello-se vino a mi lado con Alex y me abrazaron.
Amy: Muchísimas felicidades, mis niñas.
Los chicos también se unieron y terminamos dándonos un abrazo grupal, uno de verdad y me sentí de nuevo yo, esa chica a la que había perdido.
Harry: ¿Somos los primeros en enterarnos de las noticias?
Louis: Sí.
Alex: No...
Niall: Qué fuerte me parece-bromeó.
Zayn: Fuimos a mi casa pensando que íbamos a estar solos, pero mis padres no se habían ido de paseo y aprovechamos para darles la noticia.
Liam: ¿Cómo se lo han tomado?
Zayn: Bastante bien, mis hermanas están locas de contentas y mis padres emocionados por ser abuelos.
Amy: Tendrás que pensar quiénes serán los padrinos.
Alex: Más adelante, creo que ahora es mejor que pensemos en cómo decírselo a mis padres y mi hermano...
Seguimos hablando de todo un poco hasta que se hizo tarde y empezamos a despedirnos para irnos a casa ya.
Liam: ¿Quieres que te acerque a casa?
Amy: Me harías un favor.
Liam: Entonces vamos-me sonrió.
Le devolví la sonrisa, me puse la chaqueta y salimos de la casa. Nos montamos en su coche y mi nariz se inundó de su olor. Cuánto le había echado de menos por ser tan tonta.
Liam: Tú me guías.
Amy: Claro, sigue recto hasta el final de la calle, después gira a la derecha.
Liam: Me lo he pasado genial esta noche y me ha gustado sentir, además de ver, a la Amy que conocí.
Amy: Yo también me lo he pasado genial esta noche-le sonreí.
Liam: ¿Qué te parece si quedamos mañana?
Amy: Bien, ¿dónde?
Liam: Te invito a comer.
Amy: Genial, gira a la izquierda.
Liam: ¿Entonces a la una en Nando's?
Amy: Perfecto-asentí conforme-.Es aquí, gracias.
Pero antes de que me diera tiempo a nada, Liam se bajó y me abrió la puerta de copiloto.
Amy: Gracias.
Liam: Por nada-me acompañó hasta la reja de la entrada de mi casa-.Buenas noches, que descanses.
Amy: Igualmente-le sonreí, él me la devolvió y se apartó un poco para ir hasta su coche-.Liam.
Liam: Dime.
Con un poco de valor, me acerqué hasta él y le di un beso en la mejilla, algo un poco tonto, pero fue lo único que me atreví a hacer.
Amy: Hasta mañana.
Liam: Hasta mañana-me sonrió.
Me mordí el labio inferior y entré a mi casa con una sonrisa de tonta aun en la cara.
Helen: Hasta que por fin llegas.
Amy: Mamá, ¿qué haces despierta a esta hora?
Helen: Esperando a mi hija que no iba a llegar tarde.
Amy: He salido con unos amigos, era obvio que tardaría.
Helen: Ya sé quiénes son esos amigos tuyos-se cruzó de brazos-.Creí que te había quedado claro que no quería volver a verte con ellos.
Amy: Son mis amigos, quienes me han apoyado con todo, dejé de hablarles por un año y fueron los peores meses de mi vida, no pienso seguir así por un día más.
Helen: Soy tu madre y me debes respeto.
Amy: Te respeto, ahora hazlo tú también conmigo. Soy mayor de edad y quien decide con quien salir o entrar.
Helen: Te lo advierto, Amy, no me hagas enfadar-me advirtió-y deja a ese chico de una vez.
Amy: Por ahí sí que no entro, es mi vida y, él, el chico que más me ha apoyado con mi sueño. Lo dejé escapar una vez y me niego a hacerlo de nuevo.
Helen: No me desafíes.
Amy: ¿O qué? Soy mayor de edad y puedo hacer con mi vida lo que a mí me dé la gana-exclamé.
Mi madre no dijo nada más, pero sí que hizo, me dio una bofetada tan fuerte que me hizo girar la cara.
Peter: ¿Qué pasa aquí?
Helen: Tu hija me ha faltado al respeto.
Peter: ¿Por qué?
Amy: Por pensar en mí, en lo que realmente quiero y no en lo que ella quiere que busque-le miré y después a mi madre-.¿Sabes algo, mamá? Podrás pegarme o echarme de casa, pero no lograrás seguir amargándome.
Me giré y salí a la calle con las lágrimas bajando por mis mejillas. Una vez en la calle, busqué mi móvil con desesperación y llamé a la única persona con la que quería estar en ese momento.
Liam: ¿Amy?
Amy: Liam, ven por mí, por favor, te necesito.
Liam: Claro, ¿qué pasa?-escuché ruido.
Amy: Por favor, ven rápido, no aguanto más. Estoy en la puerta de mi casa.
Liam: En nada estoy allí, trata de tranquilizarte ¿sí?
Me apoyé en la pared y me dejé caer al suelo sentada sin dejar de llorar. No sé qué me dolió más si el golpe o que mi madre se comportara de aquella manera conmigo. Por Dios, era su hija y se supone que una madre quiere lo mejor para sus hijos no imponerles su voluntad.
Me di cuenta de que Liam había llegado cuando se arrodilló a mi lado.
Liam: Amy, ¿qué te pasa?
Amy: Sácame de aquí, por favor, no quiero estar aquí.
Liam: Sí, vamos.
Me levantó en volandas y me sentó en el asiento de copiloto, se montó él y condujo hasta su casa. Al entrar, me sentó en el sofá y desapareció por unos minutos para volver con una pequeña caja y un vaso de agua.
Liam: Bebe despacio.
Asentí y comencé a beber del vaso, después, cogió un algodón y lo mojó con un poco de alcohol.
Amy: ¿Para qué es eso?-hipé.
Liam: Tienes un arañazo en la cara-me apartó el pelo y después empezó a curarme con delicadeza-.¿Cómo te lo has hecho?
Amy: Mi madre me ha pegado-bajé la mirada.
Liam: ¿Por qué?
Amy: Le he gritad y, según ella, le he faltado al respeto...-suspiré-Llevo aguantando que quiera hacer conmigo lo que le dé la gana veinte años, Liam, no he aguantado más, no quiero ser su clon, quiero hacer mi vida, pensar por mí misma, vestir como quiera, salir a dónde quiera... Querer a quien me diga mi corazón. Eso ella no lo entiende y no puedo ni quiero seguir así.
Liam: Tranquila-dejó el algodón sobre la mesa y me abrazó.
Amy: Gracias por ir a buscarme y por traerme aquí.
Liam: No las des, estoy para lo que necesites-me sonrió y me acarició la mejilla con cuidado de no rozar el arañazo-.Ven, te voy a dejar algo para que te cambies.
Asentí y me guió, dados de las manos, hasta su habitación, de donde cogió una camiseta del armario y me la dejó. Fui al baño y me miré al espejo, el arañazo no era exagerado, pero sí lo suficientemente grande como para no pasar desapercibido, seguramente me lo habría hecho con uno de sus muy caros anillos. Resoplé, me quité la ropa y me puse la camiseta de Liam que me quedaba tres dedos más arriba de la mitad del muslo. Suerte que Liam contaba con calefacción, pasaría frío de lo contrario. Salí del baño haciéndome una coleta con una gomilla que solía llevar en las muñecas junto a mis pulseras y encontré a Liam en la cocina.
Liam: Te queda muy bien mi camiseta-me guiñó un ojo.
Me sonrojé y metí un mechón de pelo detrás de mi oreja. Terminó de guardar unos vasos y después me llevó de la mano por las escaleras hasta pararse en una puerta.
Liam: Aquí te quedarás, mi habitación ya sabes dónde está, así que si necesitas lo que sea ve a buscarme ¿vale?
Amy: Gracias.
Liam: Por nada-me sonrió y me dio un beso en la frente-.Buenas noches.
Amy: Buenas noches.
Entré a la habitación y cerré la puerta. Suspiré y me abracé a mí misma, sería una noche larga. Deshice la cama solo por un lado y me metí tapándome, aunque me quedé sentada mirando a mi alrededor pensativa. Mis amigas, bah, mis hermanas iban a rehacer sus vidas con los chicos de los que estaban enamorados, Angy y Lou con planes de boda y Alex y Zayn con un bebé en camino. Ellas eran felices y yo también iba a serlo, a partir de ese momento, iría en busca de mi felicidad y no pensaría en lo que los demás pensaran, lo tenía claro. Me tumbé y apagué la luz para intentar dormir. No sé cuánto tiempo pasó, pero sé que di mil y una vueltas y no podía quedarme dormida, me sentía inquieta, así que me levanté y salí de la habitación camino al baño. Cuando iba a abrir la puerta, me di cuenta de que la de la habitación de Liam estaba entreabierta y, con mucha curiosidad, me asomé a ver. Estaba dormido boca arriba con un brazo debajo de la cabeza y el otro estirado. Me acerqué de puntillas, despacio y sigilosamente hasta arrodillarme en el suelo a su lado.
Amy: Liam-susurré pero no me respondió, respiraba lentamente, estaba dormido-, gracias por todo, por acercarte a mí cuando nos conocimos, por ser mi amigo a pesar de que fui algo repelente en aquel tiempo, por quererme, por aceptarme tal y como soy, por no olvidarme en este año fuera, por ser cabezota, por buscarme, por ser tú, Liam Payne, gracias por ser tú-le acaricié la mano suavemente para no despertarle-.Yo también te amo.
Me levanté, le di un beso en la frente y salí de allí. Después de eso, dormí de un tirón, me había desahogado, pero eso debía decírselo despierto, para que lo supiera. Me desperté a la mañana siguiente sobre las nueve, me estiré y desperecé y fui al baño, me lavé la cara, me recogí bien la coleta y bajé descalza hasta la cocina, donde se encontraba Liam.
Amy: Buenos días.
Liam: Buenos días-sonrió y se me acercó a darme un beso en la mejilla-.¿Qué tal has dormido?
Amy: Bien, ¿y tú?-me senté en un taburete en la isla de su cocina.
Liam: Genial. ¿Tortitas?
Amy: ¡Sí!-exclamé como una niña pequeña.
Rió y sirvió tortitas en dos platos, me acercó una taza de café y se sentó a mi lado con su taza.
Liam: Buen provecho.
Amy: Igualmente-le sonreí-.Están buenísimas.
Liam: Me alegra que te gusten y que estés tan bien después de lo de anoche.
Amy: Lo de anoche debía pasar tarde o temprano, mi madre quiere que haga lo que ella quiere y me niego rotundamente, no va a tratarme como a una marioneta.
Liam: Eso está bien, pero también es tu madre.
Amy: No me importa, ella me pegó sin importarle nada, además, soy mayor de edad y puedo hacer lo que quiera y con quien quiera, empezando por rehacer mi vida.
Liam: ¿Con quién reharás tu vida?-preguntó curioso.
Amy: Con las chicas y... contigo-confesé sonrojándome levemente-, eso deseo.
Liam: ¿Quieres decir que lo de anoche no fue un sueño?
Amy: ¿M-me escuchaste?-me puse de pie rápidamente.
Liam: Eso parece-me agarró la mano y se levantó-.En realidad no estaba dormido, estaba quedándome dormido cuando entraste y te escuché.
Amy: Yo pensaba que no lo hacías y por eso... Por eso estaba pensando en que tenía que volver a decírtelo.
Liam: No me importaría escucharte de nuevo.
Amy: Te amo, Liam.
Liam: Yo también te amo, Amy-sonrió, me acarició la mejilla y me besó.

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