Capítulo 2

*Narra Ángy*

Por fin, después de tres años de suplicas a mis padres para que me dejaran irme a vivir con Amy y Alex, se supone que estabamos ahorrando, aunque, hay un secreto que no les puedo contar, mis padres son millinarios, y lo que quiero es comprobar si me quieren aunque se suponga que no tenga demasiado dinero,  por eso me han dejado irme a vivir con ellas.

Cuando llegamos a la casa me tiré al sofá, me hicieron levantarme, Alex y yo nos peleamos por la habitación más grande, que finalmente se quedó Amy, y Camille, nos avisó de que nos nominmaron para un concurso, y me hinché a aceitunas, en el ensayo descubrí que one direction no era un parque de atracciones, como yo creía, sino una banda... Amy y Alex me pusieron esa tarde muchas de sus canciones, y me enseñaron fotos de ellos, Harry, Liam, Niall, Louis y Zayn. 

Al final me aprendí sus nombres como para un examen... por cada canción me daban una preciosa y deliciosa aceituna, por ello me convenía aprenderme bien sus canciones y sus caras...

Por la noche Camille llamó a Amy:

Amy: ¿Diga?....¿Sí?...Vale... Hablamos mañana mejor... Sí gracias... Adiós.

Alex: ¿Qué pasa?-  preguntó

Amy: El premio es una sorpresa y dicen que nos encantará

Angy: ¿Te ha dicho alguna pista sobre que es?

Amy: No.

Me fui a la cama, y entonces se me antojaron aceitunas... Como no...

Bajé a escondidas a la cocina y abrí el armario, saqué una lata llena de ellas... Me las llevé a mi habitación donde me las comí, por la mañana Amy se dio cuenta del secuestro de las aceitunas y subió a mi habitación...

Amy: Angy ¿como se te ocurre?

Angy: Me gustan las aceitunas... Y además ellas y yo nos queremos, no nos importa nadie más por ello se quisieron venir a vivir conmigo....

Amy: No tienes remedio... Te vas a poner mala...

Angy: No... No me e puesto mala en 16 años, no me voy a poner mala ahora...

Alex: Cuando naciste no comías aceitunas...-dijo metiéndose por la cara

Angy: Yo nací con una aceituna esperándome en la cuna...

Nos fuimos a dar una vuelta por el parque y nos encontramos a Simon...

Angy: Hola- le saludé alegremente 

Simon: Hola, debo deciros algo... Pero no debéis decir nada ¿vale?

Amy: Sí

Simon: Sois de las que mejor cantan, por lo menos para mi gusto, y el de mis chicos... A ellos les habéis encantado.
Amy: ¿Cómo nos han escuchado?
Simon: Os grabé.

Angy: ¿A si? ¿A todos? -pregunté con curiosidad

Simon: ¿No os lo acabo de decir? , Pero yo no e dicho nada eh...- nos guiñó un ojo.

Alex: La más interesada la que menos sabe...
Angy: Otra vez con los dichosos comentarios...
Alex: Pero mi amor si sabes que yo te quiero con locura- dijo acercándose más de la cuenta a mi.
Angy: Se que me quieres y yo a ti, pero en medio de la calle no...
Alex: ¡Córtame más el rollo hija, ya no entras en casa! 
Angy: Perdona pero pagamos el alquiler a medias.
Alex: Perdona pero yo tengo las llaves.
Angy: Perdona ¿estas?- dije enseñándole las llaves que acababa de quitarle.
Amy: Chicas, parad...
Alex y Angy: Si mamá
Amy: Eso está mejor...
Simon: Me marcho chicas, adiós.
Amy: Adiós.
Angy: Gracias por eso que no nos has dicho.
Alex: ¿Si no nos ha dicho nada para que le das las gracias?
Angy: Déjame... ¿por qué te metes conmigo?
Alex: Me lo pones a huevo.
Angy: Ahora te vas a enterar... A partir de ahora me voy a meter contigo siempre...


Ya llegó el jueves, nos llevaron al lugar donde al día siguiente cantaríamos, nos preguntaron por quien tenía la voz más grave, que era Alex, la voz media, yo y la más aguda que era Amy, estábamos muy nerviosas, nos enseñaron nuestros camerinos, el escenario, el bufe, donde por supuesto yo pregunté si habrían aceitunas, nos marchamos a casa donde ensayamos por última vez.